Por:Julio Gómez Feliz
Al hablar del desarrollo de Barahona –refiriéndonos a la provincia--, conviene la formulación de algunas preguntas como las siguientes: ¿Quiénes están llamados a producir el desarrollo de los pueblos de Barahona? ¿Cómo se hace ese desarrollo? ¿De cuáles recursos dispone la provincia para promover su desarrollo? Qué hace falta para promover y lograr ese desarrollo, si existen abundantes recursos?
¿Por qué al día de hoy no han sido posibles tan anhelados logros? ¿Cómo en realidad se emprende y posibilita el bienestar de nuestros pueblos, miserables e ignorados desde su nacimiento, desde nuestros ancestros?
Y yo, un ciudadano, como uno de sus muchos hijos preocupados, respondo: El desarrollo y bienestar de los pueblos de esta provincia es una responsabilidad de todos sus habitantes, hombres y mujeres, de sus gobiernos, funcionarios y autoridades locales, instituciones públicas y privadas, de civiles como militares, de aquellos designados o no por decreto presidencial, de, de sus educadores, de sus profesionales, intelectuales técnicos de cualquier rama, productores agricultores, obreros, deportistas, artistas, comerciantes, empresarios, hacendados, administradores y gerentes de empresas o de cualquier otro tipo de unidad laboral productiva, de abogados, comunicadores, religiosos, médicos, enfermeras, de los que se hallan residiendo fuera del país o en otros puntos del territorio nacional, etc.
La provincia es una gran fuente de riquezas… Dispone de una larga lista de recursos, morales y materiales, que nos permiten alcanzar y disfrutar de ese bienestar y desarrollo económico, material, social, y cultural; en una palabra, de todas las bondades que todos sus hijos anhelan.
Repito, en Barahona hay abundantes tierras de calidad, feraces y productivas, tanto en las zonas altas y montañosas como en las áreas bajas.
Existen también muchos e importantes yacimientos minerales de calidad y de valor, que convierten a la provincia en una zona competitiva en el sur del país. Entre esos minerales están el mármol (en Vicente Noble), el Larimar (en Bahoruco), el agua azufrada (en Canoa), las piedras calizas y generadoras de gravas y gravillas en el municipio de Barahona y Cabral, la sal y el yeso (en Salinas), el Sílice (en Caña Brava de Polo), así como el petróleo (En Salinas y Cristóbal), mineral éste último cuya existencia se mantiene como uno de los secretos más bien guardados del mundo, no se sabe porqué. Además disponemos de abundante arena azul en las márgenes del río Yaque y del mar Caribe, lo cual sirve para la construcción y una amplia variedad de utilidades gracias a la cual que el hombre y la mujer brahoneras subsistirían en casos y en momentos de dificultades económicas.
Entonces, si contamos con tan abundante y valiosa reserva de recursos y medios de sobrevivencia ¿Por qué entonces los mismos no son aprovechados, explotados e invertidos y destinados para enfrentar la pobreza, para combatir los principales y más gravosos problemas y necesidades de nuestra población depauperada, para propiciar el desarrollar urbano, social, cultural, etc. que sufren las comunidades de la provincia?
Por qué se ha permitido que, por ejemplo, la comunidad de Las Salinas, teniendo dos yacimientos minerales (la sal y el yeso), explotados desde la década de los años 30 del siglo 20, al día de hoy esa población se halle viviendo un estado de marginalidad y miseria tan espantosos?
Pienso que para hacer posible el anhelado desarrollo provincial, es necesario que se den una serie de condiciones, de pasos, iniciativas, acciones y voluntades, individuales y colectivas de sus moradores.
De ello hablaremos en una próxima entrega.
El autor es Escritor y Periodista
Al hablar del desarrollo de Barahona –refiriéndonos a la provincia--, conviene la formulación de algunas preguntas como las siguientes: ¿Quiénes están llamados a producir el desarrollo de los pueblos de Barahona? ¿Cómo se hace ese desarrollo? ¿De cuáles recursos dispone la provincia para promover su desarrollo? Qué hace falta para promover y lograr ese desarrollo, si existen abundantes recursos?
¿Por qué al día de hoy no han sido posibles tan anhelados logros? ¿Cómo en realidad se emprende y posibilita el bienestar de nuestros pueblos, miserables e ignorados desde su nacimiento, desde nuestros ancestros?
Y yo, un ciudadano, como uno de sus muchos hijos preocupados, respondo: El desarrollo y bienestar de los pueblos de esta provincia es una responsabilidad de todos sus habitantes, hombres y mujeres, de sus gobiernos, funcionarios y autoridades locales, instituciones públicas y privadas, de civiles como militares, de aquellos designados o no por decreto presidencial, de, de sus educadores, de sus profesionales, intelectuales técnicos de cualquier rama, productores agricultores, obreros, deportistas, artistas, comerciantes, empresarios, hacendados, administradores y gerentes de empresas o de cualquier otro tipo de unidad laboral productiva, de abogados, comunicadores, religiosos, médicos, enfermeras, de los que se hallan residiendo fuera del país o en otros puntos del territorio nacional, etc.
La provincia es una gran fuente de riquezas… Dispone de una larga lista de recursos, morales y materiales, que nos permiten alcanzar y disfrutar de ese bienestar y desarrollo económico, material, social, y cultural; en una palabra, de todas las bondades que todos sus hijos anhelan.
Repito, en Barahona hay abundantes tierras de calidad, feraces y productivas, tanto en las zonas altas y montañosas como en las áreas bajas.
Existen también muchos e importantes yacimientos minerales de calidad y de valor, que convierten a la provincia en una zona competitiva en el sur del país. Entre esos minerales están el mármol (en Vicente Noble), el Larimar (en Bahoruco), el agua azufrada (en Canoa), las piedras calizas y generadoras de gravas y gravillas en el municipio de Barahona y Cabral, la sal y el yeso (en Salinas), el Sílice (en Caña Brava de Polo), así como el petróleo (En Salinas y Cristóbal), mineral éste último cuya existencia se mantiene como uno de los secretos más bien guardados del mundo, no se sabe porqué. Además disponemos de abundante arena azul en las márgenes del río Yaque y del mar Caribe, lo cual sirve para la construcción y una amplia variedad de utilidades gracias a la cual que el hombre y la mujer brahoneras subsistirían en casos y en momentos de dificultades económicas.
Entonces, si contamos con tan abundante y valiosa reserva de recursos y medios de sobrevivencia ¿Por qué entonces los mismos no son aprovechados, explotados e invertidos y destinados para enfrentar la pobreza, para combatir los principales y más gravosos problemas y necesidades de nuestra población depauperada, para propiciar el desarrollar urbano, social, cultural, etc. que sufren las comunidades de la provincia?
Por qué se ha permitido que, por ejemplo, la comunidad de Las Salinas, teniendo dos yacimientos minerales (la sal y el yeso), explotados desde la década de los años 30 del siglo 20, al día de hoy esa población se halle viviendo un estado de marginalidad y miseria tan espantosos?
Pienso que para hacer posible el anhelado desarrollo provincial, es necesario que se den una serie de condiciones, de pasos, iniciativas, acciones y voluntades, individuales y colectivas de sus moradores.
De ello hablaremos en una próxima entrega.
El autor es Escritor y Periodista

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