jueves, 9 de agosto de 2012

El caso Casandra, ¿Confusión o mal manejo?.

Por FELIX BETANCES, Para Ecos del Sur.

La situación suscitada recientemente acerca del caso Casandra, como se le ha denominado, ha creado cierta confusión en el pueblo que  sigue  muy de cerca su desenlace.

Todo se inicia cuando los familiares de la "Gloria" del arte dominicano, Doña Casandra Damirón, envió una instancia a los miembros de ACROARTE, que es la entidad encargada de organizar el evento que cada año se lleva a cabo en el País, en la cual desautoriza la continuación del uso de su nombre, en las premiaciones que desde el año 1985 se efectúan en Santo Domingo, capital de la República Dominicana.

En dicha actividad, se galardona a los más destacados realizadores, en  diversos aspectos del arte y la música, tanto nacional como de áreas  fuera del País.

En un artículo que escribiéramos a través de este mismo medio, a raíz del acontecimiento, expresamos nuestra solidaridad con la familia, por entender como justos sus planteamientos, y a la vez criticamos la forma célere en como respondieron los miembros de la referida entidad, quienes actuaron como un locutor musical, quien complace las peticiones de sus oyentes al instante.

Luego, hemos visto como un grupo de prestantes juristas e instituciones de este pueblo de Barahona, han elevado un recurso de amparo, ante la decisión de ACROARTE, incluso en contradicción con la decisión tomada por los familiares de Doña Casandra, alegando que ella deja de ser un patrimonio familiar, pasando a ser un patrimonio del pueblo dominicano.

Sería bueno que se le explique con claridad a la ciudadanía, si jurídicamente hablando, el pueblo adquiere derechos de soberanía, frente a los familiares, ante a un legado personal (histórico, artístico, económico, etc.) para uno saber a plena conciencia, de que lado se colocaría sin correr el riesgo de caer en lo infundado.

Ahora, vemos que la familia Damirón, en una información recién publicada, lamenta el hecho de haber sido “complacida” por los miembros de ACROARTE, y es ahí donde está la gran confusión:

Primero: ACROARTE demostró que para ellos es irrelevante lo del nombre de la Soberana, demostrando así lamentablemente, que la soberana no era Casandra, sino que los soberanos son ellos.

Segundo: porque todo parece indicar que la familia Damirón, no planteó una posible solución a la expresada situación, mediante un encuentro razonable (discusión o reflexión) en el que las partes pudieran hacer aportes, en busca de una salida salomónica.

Cabe preguntarse: ¿se equivocaría la familia Damirón en la forma de hacer su planteamiento, o fue mal asesorada?.

No correría el riesgo de fracasar ACROARTE, con tantos cuestionamientos, después de haber logrado  una Fama de más de 25 años a nivel nacional e internacional?.
Hasta las piezas de hierro; SE RECTIFICAN.