sábado, 4 de agosto de 2012

Qué pena que la escuela de iniciación musical cierre sus puertas por falta de un local

 POR ALEJANDRO SANTANA 
Para Ecos del Sur.

En momentos en que nuestros niños y adolescentes, están en peligro de transitar caminos de perdición, de alejarse de las cosas nobles, de los caminos correctos, nos llega una mala noticia.

La escuela de iniciación musical, Sinfonías de Barahona, se ve compelida a cerrar sus puertas por falta de un local donde seguir impartiendo, la formación musical a niños y jóvenes.

Tan gallardos, sublimes y formales que se ve ese grupo de jovencitos cuando están actuando, ejecutando sus instrumentos como si  fueran ángeles celestiales, interpretando melodías  divinas.

Cuantas veces se me erizaron los pelos, se me activo la admiración y hasta la envida al verlos actuar, como si fueran  figuras angelicales, logrando captar nuestra atención aunque no supiéramos de música.

Hoy la noticia nos llega con dolor, nos llega de la voz de su directora que anuncia que un local que usaban en calidad de préstamo ya no le será facilitado.

Se, el dolor que embarga a Claudia Martínez, para ella será como la muerte de sus hijos y lo aprecio de ese modo porque al leer la nota en Ecos del Sur, me sentí afligido.

Ya de repente si no se consigue un local urgente no tendremos a esos jovencitos ejecutando esas agradables notas musicales, porque para hacerlo tendrían que estar ensayando en un local.

Pero no solo eso, ya muchos niños no tendrán la oportunidad de insertarse en el mundo de la música y tener la posibilidad de ser grandes músicos y ser hombres de bien.

Se me ocurre hacer un llamado al Obispo, Rafael Felipe  Núñez, para que contemple la posibilidad de alojarlos aunque sea  por un tiempo en el salón de actos del obispado que en la actualidad no se le da ningún uso.

Sería bueno que, el doctor Bienvenido Matos Pérez, se reúna con el Alcalde local, con la directora de la banda sinfonía y con el señor Obispo a ver que sale de ese encuentro.

Porque no debemos darnos el lujo de que esos jóvenes y adolescentes  que ya están formados , que pierdan esa habilidad y que los que tienen la inclinación y el interés, no tengan la oportunidad de formarse en las artes del pentagrama musical.