miércoles, 1 de agosto de 2012

Señores de la policía, las mentiras no acabaran con la delincuencia

 POR ALEJANDRO SANTANA

Frecuentemente los informes policiales sobre los hechos de violencia en cualquier sector de la ciudad son falseados, para favorecer a ciertas personas, no se hacen las investigaciones precisa y si  se hacen las falsean.

Me ha causado indignación que la institución del orden en esta ciudad  haya ocultado los hechos ocurridos en un bar de la calle María Montez, esquina Beller, donde el principal actor es un sargento del orden.

O curre que en el lugar se encontraban tomando tragos dos agentes de la policía, uno de ellos se emborracho y fue llevado para su casa, el otro se quedo en el lugar.
En el mismo establecimiento había un joven con un arma supuestamente ilegal y el agente se dio cuenta, se le acercó y le pidió que se la entregara, este se resistió.

El agente, con signos de borrachera le propino un cachazo con su arma de reglamento, haciéndole una herida en la cara.

El joven agredido se fue del lugar, el agente se quedo bebiendo y al cabo de varios minutos el joven que portaba el arma se presento al lugar con otro compañero y ahí se armo el tiroteo.

En el hecho resulto herida la joven que la policía señala, también resulto herido  uno de los dos jóvenes que se enfrentaron con el agente que se encontraba en estado de embriaguez.

En ese negocio es frecuente la presencia de agentes policiales consumiendo bebidas alcohólicas, y según el decir de algunas personas consumiendo drogas.

Dos días antes de este hecho en ese mismo sector fueron apresados  dos hombres que supuestamente se dedican a la venta de estupefacientes, lograron la libertad al dar cada uno de ellos diez mil pesos.

Fueron sometidos a la justicia, pero el expediente ya estaba arreglado fueron dejados en libertad, le llevaron a los jueces un caso arreglado.

Esas cosas nadie las quiere decir, nadie las quiere publicar, todo tienen miedo a que los mismos agentes le hagan la vida imposible.

La policía, la fiscalía no investiga los hechos, es por eso que la delincuencia nos está arropando, la ciudadanía sufre, por temor no dice las cosas, y se lleva alguna denuncia a la fiscalía, la califican de mentira, pero ellos tampoco establecen culpabilidad.

Esto ha llevado la delincuencia al grado donde se encuentra, muerte  por todos lados, robos asaltos, inseguridad, pero hay miedo a denunciar, miedo a identificar a los delincuentes porque estos muchas veces son familia de los agentes de puesto en la ciudad.

Sé que esto caerá mal, pero alguien tiene que arriesgarse a denunciar los actos delictivos en que se envuelven agentes policiales, alguien tiene que ofrendar su vida si es preciso a ver si los agentes y autoridades asumen su rol con más responsabilidad.