viernes, 21 de septiembre de 2012

Crimen ecológico y acción tardía (Editorial del periodico Hoy 21-09-2012)

El decomiso de 1,500 sacos de carbón vegetal y el arresto de 53 haitianos y dos dominicanos vinculados a la tala y quema de árboles, efectuado recientemente por militares y miembros del Servicio Nacional de Protección Ambiental en  Bahoruco, Barahona e Independencia, produce un sentimiento ambivalente, de aprobación y consternación. 

Decomisar carbón y capturar a quienes talaron los árboles es actuar contra una acción perjudicial para el país, pero es al mismo tiempo el resultado de haber llegado muy tarde al escenario de un crimen ecológico.

 Es indicativo de que no está funcionando la vigilancia preventiva para evitar la depredación de bosques, o que esa vigilancia se hace de la vista gorda y tal vez cómplice.

Desde hace mucho tiempo, haitianos y sus cómplices dominicanos han estado talando árboles y produciendo carbón. Nadie parece ver las humaredas de los hornos ni el ir y venir de los que talan y queman. 

El producto de estas operaciones, que pasan desapercibidas, cruza la frontera hacia Haití por rutas que, o están mal vigiladas, o están vigiladas por cómplices en el trasiego. 

Es un elemento que reafirma el criterio de que hay debilidades en la vigilancia de la frontera, como lo demuestra el alto número de indocumentados haitianos que ingresa al país. 

Decomisar carbón  es una forma de cumplir a medias con el deber. Es llegar tarde al escenario del crimen ecológico.