Esta noche no hay voluntad, como todos los días para redactar las historias, para enviarlas al otro día, desde las 7:30 de la mañana a la redacción del Nacional.
Esa voluntad de todos los días, esta noche no existe, porque se me hace imposible escribir una cuartilla.
Ha fallecido, un trabajador incansable del periodismo, y en particular del Nacional.
Pudiera escribir muchas cosas de el, pero se me hace imposible por el momento por cual están atravesando sus familiares, compañeros del Nacional y de mi en particular.
Me demostró ser mi amigo, en aquellos días difíciles de mi vida en Cedimat, donde llamaba todos los días o me visitaba.
La clase periodística del país, ha perdido a un gran periodista, pero sobre todo un gran ser humano.
Adiós, José Miguel Montero.
Paz a tus restos